-----Dice el dicho que " ..la necesidad es la madre de la invención.." y así ha sido en el caso de Cuba, los defensores " inocentes " de la Revolución cubana esgrimen la pobrísima tesis de que " miseria hay en todas partes del mundo " cuando denunciamos los niveles paupérrimos en que vive el pueblo de la isla; pero es que no conocen en muchos casos y otros no quieren conocer de que la Cuba de 1959 era un país precioso y con niveles de salud, educación y vida superiores a la mayoría de los países de América y muchos, muchísimos en el mundo. La actual miseria cubana se debe al bloqueo, si señores, al BLOQUEO del Gobierno Comunista contra el Pueblo de Cuba, porque cualquier iniciativa particular es rápidamente sofocada por el Estado Cubano que no desea la más mínima competencia en ningún renglón.
-----Como en Cuba falta de todo; pero de TODOOOO y falta de TODOOOO de una manera planificada por el GOBIERNO como método de tortura contra de un pueblo al que odian, a los cubanos míseros no les ha quedado más remedio que INVENTAR y cuando en Cuba se dice INVENTAR, estamos hablando en serio señores y vamos a comentar por los ventiladores fabricados artesanalmente a base de motores de lavadoras RUSAS.
-----El calor en Cuba es mounstruoso, asesino más bién, la gente prefiere dormir en la calle, frente a las puertas de su casa que dentro de ellas ya que son un verdadero horno y por allá a principio de los 80s entraron en Cuba las lavadoras rusas, una especie fosil de la electrónica bolchevique que servió para todo menos para lavar ropa, con el cambio brutal de clima las lavadoras que al parecer habían leído a Darwin evolucionaron y se convirtieron rápidamente en ventiladores poderosos; su aire potente recordaba las ventiscas de las estepas de Kanchacka y su ruido nocturno al Karrillón del Kremlin, pero sirvieron y muy bién para mitigar el asqueroso calor tropical y para espantar a los mosquitos revolucionarios. Sus paletas se fabricaban de señales de tránsito arrebatadas de las esquinas y tenían la facilidad de caminar solos. Los encendías a las 10:30 pm y a las 12:45 am andaban por la sala ó la cocina, dependiendo el largo del cable eléctrico por lo que se recomendaba ponerlos encima de alguna frazada que amortiguara esa pujante vibración stalinista.
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